El entorno regulatorio para los videojuegos, especialmente aquellos con compras dentro del juego y cajas de botín, está cambiando rápidamente. En los últimos años, países de todo el mundo han implementado nuevas directrices para mantener a los niños a salvo y asegurar que el contenido con restricciones de edad solo sea accesible para quienes tengan la edad suficiente